Los mosquitos son insectos de la familia de los culícidos que son conocidos en todo el mundo por sus temidas picaduras. La presencia de mosquitos se asocia comúnmente al calor y a la humedad.
Contrariamente al saber popular, sólo las hembras pican, dado que necesitan el aporte de proteínas de la sangre para realizar la puesta de huevos. Los mosquitos no sólo pican a los humanos, sino también a cualquier tipo de mamífero e incluso a aves, reptiles y anfibios.
En la picadura de mosquito, las piezas bucales de la hembra perforan la piel del individuo hasta succionar la sangre, inyectar una sustancia anticoagulante y provocar la típica reacción e inflamación característica. La picadura de mosquito puede contagiar enfermedades infecciosas muy serias e incluso mortales como malaria, zika, dengue, fiebre amarilla, chikungunya, fiebre del Nilo, leishmaniosis y otras. Los mosquitos están considerados por la Organización Mundial de la Salud como un vector de transmisión directa de enfermedades a nivel global.
Los mosquitos se reproducen en zonas donde hay agua estancada. Las etapas de desarrollo de huevo y larva se desarrollan en el agua. Los mosquitos pueden procrear en cualquier parte y cualquier zona geográfica dado que cualquier acumulación de agua con altura 1cm y estancada durante una semana es suficiente para completar la fase larvaria. Podemos encontrar larvas de mosquitos en riberas de los ríos, costas, charcos, humedales, orificios en árboles, recipientes al aire libre… incluso dentro de plantas carnívoras, cisternas y bidones. Los huevos de mosquito son muy resistentes, pudiendo llegar a ser viables incluso tras varios meses sin agua. Además, algunas especies de mosquitos son capaces de ralentizar su desarrollo durante los meses de invierno
Podemos considerar a los mosquitos como prehistóricos, pues poblaban ya la Tierra hace 46 millones de años. Estos insectos han evolucionado relativamente poco y, contrariamente a los intereses del ser humano, no se han extinguido con los dinosaurios. De alguna manera, el mosquito podría ser el animal más peligroso para el ser humano, teniendo en cuenta además que el calentamiento global está llevando estos insectos a zonas donde antes apenas existía.